¿Quieres que tu casa huela a cafetería, que tus amigos crean que eres el James Hoffman colombiano y que tu café sepa delicioso? Aquí tienes una guía rápida y sin tecnicismos raros. Vamos paso a paso:
 

1. Elige un buen café (¡lo más importante!)

  • No importa si tienes la mejor máquina, el mejor molino o si tienes las mejores recetas. La base de una buena taza de café, es un buen cafe tostado, verifica que el tuyo:
  • Sea fresco (tostado reciente).
  • Que no solo sea una marca famosa, sino un café con origen claro: finca, asociación o cooperativa trazable. Poder disfrutar de un café que no provenga de una mezcla de diferentes orígenes es un privilegio que tenemos los colombianos y hay que saber valorarlo y apreciarlo.
  • Que tenga un perfil de sabor que te emocione.

Tip: Si todavía compras “el de la bolsa que dura 1 año”… este es tu momento de evolucionar. 😌

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2. Muele justo antes de preparar

La frescura del molido es clave.

  • Usa un molino (idealmente manual o eléctrico con muelas).
  • Ajusta el grosor según tu método:
  1. Filtro: medio
  2. Prensa francesa: grueso
  3. Espresso: muy fino

Error común: moler todo el paquete de una sola vez. Solución: ¡No lo hagas! Se oxida. Muele solo lo que vas a usar.

3. Usa la proporción correcta

La regla de oro: 1 gramo de café por cada 16 gramos de agua. Ejemplo: 20 g de café → 320 g/ml de agua.

Error común: “A ojo”. Solución: una balanza de cocina barata cambia tu vida. También puedes intentar tener tu cuchara medidora con la que puedas ir probando tu medida ideal. 

¿Quieres conocer las guías para tu método favorito?

4. Usa agua caliente (pero no hirviendo)

Ideal: entre 90°C y 96°C. Si no tienes termómetro: deja hervir y espera 30 segundos.

Error común: usar agua hirviendo y quemar el café. Solución: paciencia, padawan cafetero.

5. Prepara con calma y deja que el café florezca

Si usas métodos como V60, Chemex o prensa: Vierte un poco de agua al inicio para “despertar” el café. Espera 30 segundos. Luego vierte el resto de forma suave y circular.

Error común: echar el agua como si estuvieras apagando un incendio. Solución: vierte despacio, como si estuvieras acariciando el café. 😌

6. Prueba y ajusta.

Cada café es distinto.

  • Si quedó muy amargo: muele más grueso o reduce el tiempo.

  • ¿Muy ácido? Muele más fino o aumenta el tiempo.

  • Muy aguado: usa más café.

  • Muy intenso: usa menos café. Catar es jugar. No temas ajustar.

Errores más comunes (y cómo salvarlos)

❌ “Mi café sabe a nada” (muy suave) Solución: más café, molienda más fina o tiempo un poquito más largo.

❌ “Está súper amargo” Solución: molienda más gruesa o baja la temperatura del agua.

❌ “Mi café queda inconsistente” Solución: usa siempre la misma proporción y método. Luego experimenta.

❌ “Compro buen café, pero sabe igual siempre” Solución: cambia el tipo de agua (sí, hace una diferencia enorme). Usa agua filtrada.

Bonus: hábitos de cafetero en evolución

  • Guarda el café en un envase hermético, lejos de la luz y el calor.
  • No lo metas en la nevera (por favor 🙏).
  • Limpia tu equipo con frecuencia.
  • Cambia un solo factor a la vez para entender qué funciona.

Ya lo sabes…

Preparar buen café no es difícil, es jugar, probar y disfrutar.
Con unos buenos granos, un poco de cariño y esta guía, vas a preparar café que compite con cualquier cafetería (y probablemente mejor).